Las empresas se apuntan al renting tecnológico

renting tecnológico
13 noviembre 2018

Hasta hace no demasiado tiempo, un ordenador podía ser utilizado, sin demasiados problemas, por un periodo de hasta diez años. Pero eso ya es pasado. Ahora, como máximo, cada tres años, una empresa –tenga el tamaño que tenga (esto es, sea grande, pyme o autónomo)- deberá renovar, totalmente, las tecnologías de la información que utilizan para su trabajo. Si no lo hacen, los productos o servicios que ofrecen quedarán desfasados, tanto para sus clientes como frente a la competencia.

Que un equipo informático tenga una vida útil tan corta ha llevado a los responsables de esas empresas a apostar, como medida de ahorro sobre el gasto que antes suponía la compra de equipos y licencias informáticas, por una solución novedosa e inteligente: optar por el renting de sus equipos tecnológicos, en lugar de su compra en propiedad, tal y como habían hecho hasta ahora.

Firmar un contrato de renting de las tecnologías de la información que las empresas utilizan en su día a día, y que ahora requieren hechas a la medida de sus necesidades, es, ya y a día de hoy, algo de lo más habitual. Y esto no es algo que sólo se aplique a equipos de hardware y software. El renting tecnológico, además del uso de estos equipamientos, también incluye, por ejemplo, actualización de programas informáticos o consultoría de seguridad. Esto último resulta especialmente importante, puesto que, a la hora de dar el salto de la propiedad al renting, ha sido vital que las empresas dejaran a un lado ciertos miedos, tabúes y prejuicios sobre la seguridad de la información que tienen de sus clientes, proveedores, desarrollos tecnológicos propios, planes de marketing. Para conseguir este nivel de confianza, el sector del renting ha tenido que asegurar a sus clientes que son capaces de ofrecer seguridad para esos datos.

A mis datos sólo accedo yo

Normalmente (en realidad, lo contrario, es, a día de hoy, una completa excepción) las empresas continúan teniendo una línea roja, en lo referente a optar por el renting para las tecnologías de la información de las que hacen uso: siempre quieren mantener sus datos bajo su absoluto control. Por esta razón, pedirán a sus proveedores de renting que, o bien les instalen herramientas en sus propios equipos o bien les creen un cloud privado en el que alojar estos datos.

En todo caso, siempre va a resultar absolutamente inviable mantener esos datos absolutamente cerrados al exterior. Esto se deberá, entre otras razones, a que los socios tecnológicos de una empresa siempre van a tener que acceder, para la realización de su trabajo, a esos datos. Este es el motivo por el cual, además de tener que firmarse acuerdos de confidencialidad, será clave crear un ambiente de confianza entre la empresa y esos socios tecnológicos.

Ante todo, flexibilidad

Algo a tener muy en cuenta del renting tecnológico es que hace posible renovar equipos en el momento en que se necesite. Y también, por supuesto, solicitar más materiales en un momento de crecimiento o prescindir de ellos si no es necesario tanto volumen.

Para evitarse contratiempos y sobrepagos, será importante revisar bien el contrato de renting que se firme para, así, no dejar nada en el aire. Habrá que concretar los tiempos de duración del contrato, la rapidez con la que se efectuará cada trámite o los servicios complementarios que se necesiten contratar: mantenimiento, seguro a todo riesgo…

Pago por uso en lugar de compra de licencias

Otra de las novedades, asociadas al renting tecnológico, es que las empresas ya no compran licencias por los productos informáticos que utilizan. Ahora están optando por soluciones de pago por uso asociadas al cloud. Esto significa que, el mismo servicio que antes se daba desde un data center, ahora las empresas lo obtienen directamente desde el cloud. Su empleo suele estar basado en una cuota fija y concertada, a la que se suman pagos por uso cuando la empresa accede a más tiempo o capacidad de utilización de esa licencia de lo que, inicialmente, había contratado. ¿Quién quiere ahora comprar un ordenador, si puede tener el mejor, pagando menos, haciendo renting tecnológico?

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