La falta global de semiconductores provoca demoras en las entregas de vehículo

El confinamiento provocado por la COVID-19 en 2020 produjo un aumento de la demanda de material tecnológico que no ha dejado de crecer desde entonces.

Las necesidades del material necesario para llevar a cabo el teletrabajo originaron que los principales fabricantes en China, Estados Unidos y Europa destinasen gran parte del stock disponible a la elaboración de dispositivos electrónicos. La producción masiva de ordenadores, portátiles, tablets, etc ha acelerado la escasez en semiconductores a nivel global.

A su vez, el impacto directo de esta carencia se ha dejado sentir en la producción del sector del automóvil. El motivo es que estos mismos semiconductores también se utilizan para elaborar gran parte de su equipamiento. ¿Cómo afecta esta situación al renting de coches?

¿Cómo afecta la escasez de piezas al renting?

El retraso en el lanzamiento de nuevos modelos ha provocado la aparición de listas de espera entre los compradores. En el caso de algunas marcas, el plazo definitivo de entrega sigue sin estar claro en 2021.

Frente a las demoras en la entrega de coche a través del sistema de compra tradicional, el renting se posiciona como la opción más recomendable para aquellos conductores que buscan una solución inmediata a su movilidad.  Así, por ejemplo, es posible encontrar buenas ofertas de renting de coches eléctricos que permiten acceder a modelos de última generación.

A través del pago de tarifas mensuales y sin esperas, el renting es el aliado perfecto para los conductores urbanos.

Desde +QRenting  ofrecemos un surtido de opciones a nuestros clientes, como es el caso del renting flexible, que permite contratar la que más se ajusta a cada perfil de conductor durante todo el año. Ahora bien, recapitulemos para saber algo más a qué nos referimos.

¿Qué son los semiconductores y para qué sirven?

En la actualidad, los semiconductores juegan un papel fundamental en la elaboración de aparatos tecnológicos, entre los que también se incluyen los sistemas multimedia de cualquier marca de vehículo.

La función de los semiconductores es esencial ya que son los encargados de conducir la electricidad a través de los circuitos integrados en el panel que compone cada dispositivo electrónico.

En el caso de los vehículos, de este material depende el funcionamiento de todos los sistemas que conforman el equipamiento tecnológico de cualquier coche (navegación, multimedia, Carplay, sensores automáticos, etc)

Solo en 2020, la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA) estimó en un 10% el aumento en el consumo global de estos elementos respecto al año anterior.

¿Por qué escasea este material?

Estos componentes se utilizan para crear los chips que integran cualquier aparato de última tecnología por lo que su demanda, en circunstancias normales, ya resulta muy cotizada.

A las dificultades habituales de las negociaciones con los fabricantes, el año 2020 sumó la aplicación de nuevas restricciones en los envíos a nivel global a raíz de la pandemia de COVID -19. Un impacto que afectó simultáneamente a todos los fabricantes y marcas de coche en las plantas en Europa, China y Estados Unidos.

Ante las restricciones, cada vez se fue haciendo más difícil que las fábricas de montaje de las principales marcas pudiesen recibir los pedidos de semiconductores a tiempo para realizar el ensamblaje completo de cada vehículo.

Los fabricantes de semiconductores vendieron el stock disponible para emplearlo en la fabricación de dispositivos electrónicos, mucho más demandados por los usuarios.

Frente a esta subida, las ventas del sector del automóvil cayeron en picado durante el confinamiento y solo pudieron reanudar un ritmo de producción parcial a partir del segundo trimestre de 2020.

Sin embargo, el restablecimiento de la actividad no ha sido completo. Las limitaciones de aforo en las fábricas y la escasez de componentes no han ayudado a cubrir las necesidades de producción. La Asociación de Fabricantes de Automóviles (ACEA) estima el descenso en la fabricación de vehículos en 202.000 unidades.

En el caso de algunas marcas, tales como Ford, la ausencia de plantillas completas en sus fábricas ha provocado una bajada en la producción de entre un 10-20%.

Reducir la dependencia de las marcas frente a grandes fabricantes

A medida que los clientes reclaman un mayor equipamiento tecnológico para cada coche, es necesario utilizar una cantidad mayor de semiconductores, especialmente en los nuevos modelos híbridos y eléctricos.

A pesar de que el sector de los semiconductores parece haber tocado techo en su capacidad de producción, la tendencia de consumo al alza se mantiene disparada y se espera que aumente en un 50% para el año 2030 sobre el volumen actual.

Como muestra, el informe de la consultora McKinsey, en el que se estima en un 180% el aumento en el consumo de semiconductores en el año 2000.

Por este motivo, la fabricación de semiconductores ha abierto un debate en el sector. La producción, concentrada solo en unos cuantos fabricantes y la ubicación de estas fábricas lejos de las plantas de ensamblajes ha dejado en evidencia los canales de suministro global para el sector del automóvil.

Así, ha surgido la necesidad de replantear la producción para buscar nuevas soluciones, tales como reforzar la creación de industrias nacionales propias con las que evitar nuevas situaciones de desabastecimiento.

La crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto que es necesario realizar un cambio en el mercado de los semiconductores para reducir la dependencia excesiva de la industria respecto a los fabricantes asiáticos.

El objetivo se centra en la creación de industrias nacionales en este sector que agilice la compra-venta de productos en mercados concretos como el del automóvil. Por su parte, la Unión Europea ya trabaja en un programa de inversión de 800 millones con el que atraer a compañías como Intel o TSMC. Con ello, espera aumentar en un 50% la producción de semiconductores en el sector industrial europeo en 2030.