En nuestra empresa contamos con vehículos de las marcas más representativas. Te invitamos a pinchar en cualquiera de los logos para ver los vehículos que hay disponibles.
En España, a finales de 2024, se estimaba que había más de 290.000 coches eléctricos puros en circulación, y las matriculaciones de vehículos eléctricos representan un 5,4% del total anual.
Este dato es interesante, teniendo en cuenta que España es uno de los países donde la adopción de vehículos eléctricos sigue siendo inferior a la de otros países europeos. A pesar de ello, la transición hacia una movilidad más sostenible sigue avanzando y es necesario conocer el panorama actual.
En los últimos tres años, los coches eléctricos han perdido valor a un ritmo más acelerado que los de combustión. Según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), algunos vehículos eléctricos llegan a perder hasta el 50 % de su valor en tan solo tres años. Esta depreciación es considerablemente superior a la de los coches con motor de gasolina o diésel, y esto pone en duda la rentabilidad de la compra de este tipo de vehículos. No obstante, por culpa o gracias a esto último, el renting de coches eléctricos está acaparando más cuota de mercado en los últimos años, ya que al optar por el renting, esta “depreciación” no la sufre el usuario final, lo cual es una ventaja muy a tener en cuenta a la hora de decidir la compra de un vehículo o el renting de coches.
A continuación analizaremos los factores que influyen en esta pérdida de valor con datos de la OCU, cómo se comporta el mercado de segunda mano y qué recomendaciones puedes seguir para minimizar la depreciación.
La batería es el componente más importante (y más caro) de un coche eléctrico. Con el uso se va desgastando, y además, las mejoras tecnológicas avanzan tan rápido que los modelos nuevos dejan obsoletos a los anteriores. Esto afecta directamente a su valor con el tiempo.
Como en todo, hay marcas y modelos que se valoran más que otros. Algunas marcas ofrecen más fiabilidad, garantías o mejor red de talleres. Otras, menos conocidas, tienden a perder valor más deprisa porque generan más dudas en los compradores de segunda mano. Por este motivo, no todos los modelos ni marcas se deprecian igual.
El mercado de coches eléctricos de segunda mano todavía está empezando. A muchos compradores aún les preocupa el estado de la batería, cuánto durará realmente el coche, o si habrá piezas disponibles. Esa falta de confianza hace que se vendan peor y pierdan valor más rápidamente.
Aunque los coches eléctricos tienen menos piezas que se desgastan, el kilometraje sigue siendo un factor importante. Cuanto más recorrido tiene, más dudas surgen sobre el estado de la batería, y eso tira el precio hacia abajo.
Cuanto mayor es el precio de compra inicial, mayor suele ser la depreciación en términos absolutos. Es decir, muchos coches eléctricos tienen un precio de salida bastante alto. Eso significa que, aunque el porcentaje de depreciación sea similar, la pérdida en euros es mucho mayor que en un coche de gasolina o diésel.
Característica | Coche Eléctrico | Coche de Combustión |
---|---|---|
Valor tras 3 años | Pierde hasta un 50 % (según la OCU) | Pierde entre un 35 y un 40 % |
Coste de mantenimiento | Más económico | Más caro |
Tecnología | Evoluciona muy rápido | Más estable |
Autonomía | Depende de la batería | Mayor autonomía |
Red de carga / repostaje | Aún en desarrollo | Muy extensa |
Mercado de segunda mano | Todavía reducido | Muy amplio y consolidado |
Emisiones | Cero emisiones | Emisiones contaminantes |
Pues aquí viene el problema: la rápida depreciación hace que, al cabo de pocos años, si decides vender tu coche eléctrico, vas a recibir mucho menos dinero del que esperabas.
Para quien compra de segunda mano, puede ser una oportunidad. Pero para quien ha comprado nuevo es una gran inversión inicial. La OCU habla sobre ello en sus estudios “los eléctricos pierden más valor que los coches tradicionales”, y eso puede ser un problema o inconveniente si lo que te gusta es cambiar de coche cada pocos años o si estás pensando en invertir a largo plazo.
Además, al ser un mercado aún joven, muchos compradores desconfían de estos coches, sobre todo si no conocen el estado de la batería. Por eso es tan importante pensar bien antes de lanzarse a la compra y valorar todas las posibilidades.
Aquí van algunos consejos prácticos si estás pensando en tener un coche eléctrico, pero no quieres que se convierta en una pérdida económica:
Sí, sin duda. Si algo nos enseñan los datos de la OCU y de expertos del sector es que la depreciación de los coches eléctricos es un riesgo real. Por eso, si no quieres preocuparte por cuánto vas a perder al venderlo, el renting de vehículos eléctricos es una alternativa y un gran acierto.
Con el renting, tú eliges el coche que quieres, lo disfrutas durante el tiempo que necesites y, cuando acaba el contrato, simplemente lo devuelves o lo cambias por otro. No te afecta la pérdida de valor, ni el desgaste de la batería, ni si ha salido un modelo más moderno a los seis meses. Además, tienes todo incluido: seguro, mantenimiento, averías…
En definitiva, si te interesa pasarte a la movilidad eléctrica, pero no quieres correr el riesgo de perder dinero por la depreciación, el renting es la mejor forma de hacerlo sin preocupaciones.
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