Flotas ecológicas: una apuesta por el futuro

Cuando hablamos de flotas ecológicas debemos tener en cuenta que la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente son valores que ya están asentados en nuestra sociedad. No es una moda pasajera. Cada vez los ciudadanos están más concienciados del valor ecológico de nuestro entorno y muchas de las acciones en nuestro día a día van encaminadas a aportar nuestro granito de arena en pos de un planeta más limpio y equilibrado.

Movilidad sostenible, un valor añadido

En todos los sectores se puede hacer algo para alimentar estos valores de sostenibilidad y el nuestro, el renting, no es una excepción, sobre todo porque trabajamos con recursos (vehículos) que siempre pueden mejorar su nivel de emisiones al medio ambiente. Por tanto la apuesta de una empresa por una flota ecológica es en la actualidad una opción interesante y en muchos casos rentable, aunque todo depende del uso y nivel de optimización que se haga de los vehículos.

También existen inconvenientes, ya que una flota ecológica supone un desembolso inicial considerable y dada la limitada autonomía de los vehículos eléctricos y la falta de infraestructuras para la recarga de baterías, confiere un nivel de incertidumbre y duda en las empresas difícil de asumir. Quizá el uso de algunos vehículos híbridos en la flota pueda suponer una prueba de fuego para, en el futuro, tomar una decisión más en firme y apostar decididamente por este tipo de flotas.

Renting eléctrico, una opción

Pero, como hemos dicho, el respeto al medio ambiente no es una moda, es un valor cada vez más respetado y aplaudido, y el hecho de que una empresa disponga de flota de coches eléctricos  de renting le conferirá un plus de profesionalidad y modernidad un valor añadido a los servicios o productos que puede ofrecer.

Es muy posible que las empresas que invierten en flotas ecológicas están dando un paso importante hacia adelante y miran al futuro con un nivel de responsabilidad y valentía que a buen seguro no pasarán por alto los consumidores y usuarios de sus servicios, pero también es cierto que, dependiendo del volumen de negocio, muchas empresas prefieren las flotas de vehículos normales porque encajan mejor con sus capacidades y necesidades.

En cualquier caso es una opción que está ahí y empieza a ser valorada detenidamente por muchas entidades y a buen seguro experimentará un aumento en los próximos años debido a sus innegables ventajas y su complicidad con la economía sostenible.