Cómo contabilizar el renting de un coche

En caso de que tengas una flota de vehículos de renting es fundamental que esto quede reflejado en las cuentas. Esto a veces puede generar confusión, sobre todo al principio, pero tranquilo, que es muy sencillo. En este artículo te explicaremos de manera fácil cómo contabilizar el renting de un vehículo.

Lo primero es que tengas claro lo que es el renting, también conocido como un contrato de arrendamiento operativo. En primer lugar, debemos conocer todos los detalles del contrato. Este marca que el propietario de un activo transfiere el derecho de usar el coche a cambio de una cuota.

Este tipo de acuerdo lo que determina es que el arrendador, a cambio de obtener una cantidad monetaria, cede al arrendatario el derecho a utilizar un bien (en este caso un coche) durante un tiempo concreto. En este aspecto, funciona de manera muy similar a un alquiler, aunque el contrato suele incluir también una serie de servicios complementarios. En nuestro caso, el mantenimiento, el cambio de neumáticos, el seguro y la asistencia las 24 horas están incluidos en nuestra modalidad de renting total.

Además del arrendamiento operativo, existe también el financiero. El arrendamiento financiero hace referencia al leasing, que es una modalidad de adquisición en la que el contrato se realiza tras comprar un vehículo inmovilizado. Las condiciones contractuales incluyen, en este caso, la transferencia tanto de los riesgos como de los beneficios.

Para llevar a cabo la contabilidad del renting de un vehículo, debemos conocer los distintos ingresos y gastos relacionados. Estos se contabilizarán en el ejercicio en el que se devenguen y debemos incluirlo en las cuentas de pérdidas y de ganancias.

Esto quiere decir que, al no ser el coche de tu propiedad, no debemos contarlo como un activo y, por tanto, tampoco debemos amortizarlo. En la misma línea, el arrendador deberá presentar y valorar los activos (vehículos) que haya cedido a sus clientes.

Cómo contabilizar el renting de tu coche de empresa

Si tu empresa tiene una flota de coches de renting para que los ejecutivos, los comerciales y los transportistas puedan moverse con libertad y cumplir con sus cometidos, debes reflejarla cuando hagas las cuentas.

El renting de un coche es un contrato de arrendamiento operativo. Por si no lo tienes del todo claro, vamos al concepto más básico. El arrendamiento está definido en la norma 8ª del Plan General Contable: «es cualquier acuerdo por el que el arrendador cede al arrendatario, a cambio de percibir una suma de dinero o una serie de pagos o cuotas, el derecho a utilizar un activo durante un tiempo determinado».

Existen 2 tipos de arrendamientos: financiero y operativo. En el operativo, que necesitas conocer en detalle para saber cómo contabilizar el renting de un coche, el contrato fija que el propietario de un activo transfiere el derecho de uso a cambio del pago de un canon periódico.

Es, salvando las distancias, parecido a un alquiler. Aunque el suscriptor del renting suele contratar una serie de servicios complementarios. Por ejemplo, la asistencia técnica, el mantenimiento, los seguros o la sustitución, entre otros.

El arrendamiento financiero, por si tienes curiosidad,es el conocido como leasing. En este caso, el contrato se realiza tras comprar un inmovilizado y las condiciones económicas incluyen la transferencia de todos los riesgos y beneficios.

Así contabilizamos el renting de un coche. Te recordamos las ventajas fiscales del procedimiento: el renting es fiscalmente deducible como gasto y no constituye una deuda que aparezca en el balance. Tampoco afecta a los ratios de deuda de la compañía.

Para más información, consulta con nuestros expertos. Ellos te ayudarán de una manera completamente profesional y personalizada.